¡Qué no estamos tan mal!

Me baso en unas palabras que dijo el ex-presidente del FC Barcelona Juan Laporta hace unos años en una asamblea de socios y la aplico hoy por el motivo de la derrota de ayer del equipo blaugrana en Champions en el Amsterdam Arena contra el Ajax (2-1). Un equipo que lleva en liga 40 puntos de 42 posibles y va primero de grupo en Europa y ya clasificado no tienen mucho sentido las duras críticas que recibió ayer. Cierto es que jugaron horrible como bien dijo Piqué, pero es que tampoco están tan mal. Parece que ya se ha acabado la temporada y no es así.

Hoy echo un vistazo a las portadas de los periódicos o veo los deportes en la televisión y si me llego a perder el partido de ayer hubiera pensado que se acabó ya la temporada y el equipo culé ha fracasado rotundamente y todo es de color negro. Y no es eso, después de 21 partidos de la "era Tata" es el primero que pierden y la mediocre prensa española ya se lanzan como buitres contra el argentino. Vamos, como llevan haciendo durante toda la temporada por no jugar como lo hacía Pep. Lamentables todos.

Lo que está ocurriendo con el Tata es que está intentando dar alternativas (que no cambiar) el estilo de juego del Barça y eso lleva un tiempo de adaptación, pero eso los medios de comunicación no lo ven, nadie lo ve. Si no se juega al tiki-taka, ya no vale, eso ya no es jugar al fútbol. Mirad por ejemplo al Atleti de Simeone o al Mou de Madrid hace 2 años, jugando al contraataque y poniendo ganas se puede ganar y jugar un fútbol bonito y atractivo.

Lo que no niego para nada fue el partido de ayer en Amsterdam impropio de un gran club como el catalán, sin intensidad, sin fuerza, sin ideas, sin nada. Y nadie mejor como Piqué para reconocerlo ante las cámaras diciendo que hay que reflexionar sobre el partido de ayer y hacérselo mirar porque hay algo que no funciona bien. Gran Capitán.

Pues lo dicho, el Barcelona no están tan mal como lo pintan y lo que finalmente vale es el resultado. Ayer se perdió, pero algún día tenía que llegar. Dudo mucho que los culés están a disgusto con el Tata.

Un saludo.

Carlos.